jueves, 3 de agosto de 2017

FIESTAS DE 1917- 1917KO JAIAK



Duela mende bateko jaiak gure lagunengana hurbildu nahian, ondoko lerroetan irakurleak aurkituko du,  1917ko abuztuaren 3an Gasteizko “La libertad” egunkariak zekarrena. 

Deseando acercar las fiestas de hace un siglo a nuestros lectores, en las siguientes líneas encontramos lo que el periódico vitoriano “La libertad” decía el 3 de agosto de 1917: 

“Aunque hasta mañana no comienzan oficialmente los festejos en honor de  nuestra excelsa patrona la Virgen Blanca, puede decirse que Vitoria arde ya en fiestas. Una pléyade de forasteros ha llegado a nuestra ciudad, invadiéndolo todo, y las calles y paseos de nuestra acicalada Vitoria presentan animado aspecto, alejándonos por un momento del monótono vivir provinciano Está a punto de comenzar el jolgorio. 

Son estos días de inusitada animación, de alegría, en que las multitudes se desbordan para expansionar sus afligidos espíritus, oprimidos por mil y mil contrariedades. Un viento de locura parece que nos impulsa a lanzarnos a la gran juerga que dentro de breves horas ha de comenzar. Ruidos estridentes, músicas alegres, acompañadas de chupinazos, nos despiertan de nuestro letargo para anunciarnos las fiestas. 

Las multitudes echaránse a la calle ansiosas de diversión, de verlo todo, de palparlo todo. La fiesta de la raza, que se celebrará en nuestro Circo taurino,
atraerá forasteros y los trenes llegarán abarrotados de visitantes. Vitoria transformaráse en estos días, ofreciéndose ante todos como populosa urbe, y por unos días, por unos días solamente, nos parecerá a los vitorianos que vivimos en otro planeta. ¡Dichosas las fiestas que tanta alegría nos proporcionan!  

Esta tarde se hará la entrega al Ayuntamiento de los gigantes y nanetes, y por la noche tendrá lugar la gran retreta. El real de la feria será el foco principal de la gran revolución. Allí un ruido ensordecedor que atronará el espacio, nos confundirá a los vitorianos
con los forasteros; las gangosas notas del órgano del “carrousell”, las descompasadas estridencias de la charanga del Circo Reina Victoria, el griterío de los vendedores, todo, todo ese jollín que tendremos levantará nuestros decaídos corazones, sin que por un momento nos acordemos de filias ni fobias, ni del manoseado problema de las subsistencias ni de la crisis del trabajo y otros que han constituído durante tres años y más nuestra constante pesadila. 

¡Señores, a divertirse tocan!

No hay comentarios:

Publicar un comentario